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Letrados de la Administración de Justicia

Diario de un Letrado en Estado de Alarma: Hoy es mi cumpleaños

Viernes 13 de marzo de 2020. Es mi cumpleaños, ¡qué día más extraño! Creo que es la primera vez en mi vida que no tengo fiesta ni regalos, sólo uno: un colgante del árbol de la vida, parece premonitorio. Se ha convertido en mi talismán diario.

El Presidente del Gobierno ha anunciado que va a declarar el Estado de Alarma. Estoy en el juzgado y he dicho en casa que hay que ir a hacer compra, no sé si de papel higiénico, pero compra. Me siento afortunada porque tengo a mis hijos conmigo, aunque estoy preocupada porque la menor es asmática y me aterra que pille esta cosa. No es momento para fiestas ni regalos.

Pienso en todos mis compañeros, los Letrados de la Administración de Justicia de Almería (somos sesenta) y en que, como Coordinadora, me tocará organizar todo el servicio. Me recorre un sudor frío y atenazante, serán decisiones que pueden afectar a la salud ¿quizás la vida? de todos ellos. No me puedo bloquear. Monto un grupo de WhatsApp con todos y les pido perdón por la intromisión en sus vidas privadas.

Camino de casa, voy pensando que nadie me ha formado para esto, ni en el Centro de Estudios Jurídicos, ni en ninguna parte te han preparado para lo que hay que hacer. Recuerdo vagamente que hay un Protocolo para grandes catástrofes y que el Coordinador hacía algo. Apunto mentalmente estudiar eso. Dios mío, ¿daré la talla? Pienso que mis compañeros seguro que sí y me animo un poco. No estoy sola.

Todo el fin de semana pegada a la tele y al móvil. Estamos esperando la declaración de Estado de Alarma y los servicios mínimos que no salen. Me anticipo y empiezo a pensar en los turnos posibles ¿que será mejor? ¿turnos diarios o semanales? No estoy pensando en el servicio, sino en la salud. Otra vez me recorre el sudor frío porque pienso ¿qué se yo de salud? A falta de mejor criterio y orientación, le pregunto a mis familiares sanitarios que me dicen que, si puedo, intente evitar mucha rotación. Es mejor poca gente muy concienciada con las medidas higiénicas por un poco de más tiempo, que una rotación diaria que multiplica los contactos.

Hablo con los LAJS, pienso que el criterio más justo es respetar la guardia que en Almería es semanal y establecer turnos semanales para aquellos órdenes jurisdiccionales que no hacen guardia. Como sea tengo que poner el Acuerdo antes del lunes, para que no vaya a trabajar nadie que no sea necesario. Me emociono hasta el llanto. Por privado empiezan a escribirme mis compañeros para ofrecerse voluntarios. ¡Es increíble¡; gente con hijos, gente con mayores al cargo, gente con antecedentes de enfermedades graves. Todos se ofrecen. Todos me dicen María José cuenta conmigo para lo que haga falta. Estoy muy emocionada. Con compañeros así se hace fácil lo difícil.

Por fin el sábado por la noche, tras un Consejo de Ministros muy largo sale el RD de Alarma. De manera inmediata vibran los móviles y todos los Coordinadores recibimos la Resolución del Secretaria de Estado sobre servicios mínimos. ¡Menos mal! Veo con alivio, que puedo articularlos más o menos como había pensado. Lo paso y se lo digo a los LAJS que están también expectantes. Establezco turnos semanales y pongo acuerdo por escrito. Todos están conformes. Los que no estén de mínimos, no tienen que ir el lunes. Me siento satisfecha de mi misma y orgullosa de mis compañeros.

Ahora todos están preocupados por sus funcionarios. La Junta establece unos turnos por orden jurisdiccional y, por presión sindical, deja en manos de los funcionarios el ponerse de acuerdo sin intervención alguna del Letrado de la Administración de Justicia. Estos Sindicatos no nos quieren ver ni en pintura y eso que se vanaglorian de asumir nuestra negociación colectiva. Es frustrante. Los propios funcionarios claman por ayuda y unas directrices claras. Le digo a los LAJS que traten de transmitirles calma, pero que han de entender que excede de nuestra competencia en esta extraña Administración de Justicia, en la que confluyen tres administraciones, o son cuatro, ¿o tal vez cinco?…. Mensajes de Sindicatos toda la tarde, a cada cual más irresponsable, del tono: “No le preguntéis a vuestros LAJS” o “La Coordinadora no tiene ninguna competencia”, sin darse cuenta de que le están pidiendo a funcionarios que ni siquiera se conocen, que se pongan de acuerdo entre ellos. Es patético.

La triste realidad es que los funcionarios tienen que acudir el lunes en masa a conocer sus turnos. ¡Que irresponsabilidad!, pienso. No es ninguna sorpresa que se forme el caos. La Junta de Personal, frustrada por las incontables peleas, termina acudiendo a mi a solicitar criterios. Pienso que la realidad se impone y que una oficina sin cabeza no es oficina. El LAJ se revela como absolutamente necesario. Me asalta el pensamiento de que sería un buen momento para recuperar la Jefatura orgánica, que nunca se debió perder.

El Juez Decano está “al quite”. Por fortuna ha establecido para los jueces, los mismos turnos que yo para los Letrados. Decidimos conjuntamente organizar a los funcionarios y dictar acuerdos de forma coordinada.

Establecemos turnos rotatorios por juzgado, en lugar de por orden jurisdiccional. Han de hacerlos los funcionarios de mutuo acuerdo, tal y como dice la Junta, pero con la ayuda inestimables de los LAJs se organizan en minutos. El servicio organizado ¡Qué gran satisfacción! A pesar de todo, los Sindicatos deciden recurrir estos acuerdos, falta de competencia alegan…tampoco es ninguna sorpresa… al TSJ los recursos van. Como si hubiese poco que hacer pienso.

La Comunidad autónoma va dictando resoluciones adaptándose a la situación. Al final, los turnos se organizan como habíamos dicho, es de cajón que hace falta unidad de criterio en el funcionamiento de los juzgados y ahí los Letrados de la Administración de Justicia somos determinantes. El servicio se está desarrollando con normalidad y los funcionarios responden con gran profesionalidad como era de esperar, a pesar de que aún no han llegado mascarillas, ni guantes, ni gel…Los sindicatos llevan varios días callados.

Ya llevamos dos semanas, comienza la tercera y afortunadamente aún no tenemos ningún contagiado. Cada día me agarro a mi talismán. No podemos bajar la guardia. Mucha sensatez hay que tener. Se suceden resoluciones sobre cuentas de consignaciones, registro civil etc… Hay que seguir adecuando el servicio. Mis compañeros me ayudan mucho. Entre todos proponen soluciones. ¡Que grandes son!. ¡Todo soluciones! Me siento tan orgullosa de ellos. Creo que ellos también de mí. Formamos un gran equipo y a veces tiene que ocurrir situaciones tan graves para demostrarlo. ¡Que gran cuerpo el de Letrados de la Administración de Justicia y que mal pagado por Dios!

En los momentos difíciles es cuando se demuestran las grandezas y miserias de las personas. Estas cosas sacan lo peor y mejor de cada uno. El miedo es libre. No sentir miedo no es de valientes, sino de insensatos. El superarlo está en nuestras manos. El cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia, una vez más, demuestra su grandeza y coraje.

Ánimo a todos los Letrados de la Administración de Justicia de España, que, por encima de todo y a pesar de todo, están cumpliendo con su deber.

María José Cañizares Castellanos
Letrada de la Administración de Justicia y Secretaria Coordinadora Provincial de Almería

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