CON LOS COMPAÑEROS DE CATALUÑA
El Colegio, a través de la delegación territorial en Cataluña que reiteradamente está atenta a lo que está ocurriendo y manifestando expresamente su apoyo, y con la constante comunicación que mantenemos con ellos ante el acoso que se está padeciendo en el ejercicio de nuestras funciones, está atento al devenir de los acontecimientos y ofreciendo el apoyo que precisen nuestros compañeros. Recientemente tomamos conocimiento exacto y directo de lo ocurrido en los registros de fechas pasadas que no entendemos deban quedar en anécdotas, como tantas que a diario en cualquier parte padecemos, y así lo trasmitimos a los responsables del Cuerpo.
A la falta de seguridad se añade la presión a la hora de ejercer las funciones que legalmente tenemos encomendadas, como describen las noticias publicadas y que comprobamos por comunicación directa (véase este enlace), y el arrojo a la hora de cumplir responsablemente, demostrado por los Letrados de la AJ en Cataluña, creemos que es un ejemplo para todos y merece un reconocimiento y un amparo.
Ya lo dijimos en un comunicado público que os trasladamos en nuestra web el 7 de septiembre (enlace), y lo hemos reiterado a diario, y lo reafirmamos ahora. Como dijimos y trasladamos «el Colegio nacional de Letrados de la Administración de Justicia se pone a disposición de todos los miembros de este cuerpo destinados en Cataluña para ampararles en el ejercicio ordinario y legítimo de las esenciales competencias que tienen atribuidas» y a la vista de lo acontecido, no podemos sino demandar que se reflexione sobre lo que están pasando, sobre el amparo y protección que deberían y debemos recibir, sobre las condiciones en las que se desarrollan sus funciones en este ámbito, que resaltadas en los hechos del otro día no son sino repetición llamativa de lo que reiteradamente ocurre a diario, sobre tantas cosas que nos hace transmitir la más firme queja y reclamar las medidas de protección merecidas.
Por nuestra parte mostrar de nuevo nuestro reconocimiento, nuestro apoyo y ofrecer el constante amparo y compañerismo que necesitan.