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UNA REFLEXION SOBRE LA ESTADISTICA JUDICIAL :»PERIQUITO DE LOS PALOTES»

«PERIQUITO DE LOS PALOTES”

Cuando en un ejemplo queremos referirnos a alguien de forma genérica, es usual denominarlo “ fulanico de tal” o “ periquito de los palotes”. No tiene nombre concreto, ni importancia como tal. Es indiferente el nombre, la persona, la función que realice. Lo importante es que sirve de sujeto innominado al ejemplo en curso. La cosa cambia cuando el indeterminado nombre del ejemplo, se convierte en definitorio de la acción que realiza el verbo, en función básica y fundamental de su trabajo. El ejemplo pudiera ser el siguiente:

» Había una vez un señor que después de terminar su Licenciatura en Derecho, no se le ocurrió otra cosa que preparar unas oposiciones para ingresar en un Cuerpo de la Administración de Justicia, que entonces se llamaba de Secretarios de la Administración de Justicia y al que hoy llaman Cuerpo Superior Jurídico de Secretarios Judiciales. Después de mantener una disciplina de estudio prusiana, consiguió superarlas. Fue a la Escuela Judicial a perfeccionar lo estudiado y armonizarlo con la práctica diaria del trabajo real de un Juzgado. También lo superó. Se sintió el dueño del mundo., pero su alegría duró poco: Después de pasar el “pasmo” propio de los primeros meses de trabajo, comenzó a darse cuenta de que todo aquello que había estudiado, tema tras tema, día tras día y todas las prácticas que le habían dado en la Escuela Judicial, tenían poco que ver con la práctica diaria del trabajo en los Juzgados. De pronto se vió convertido en cajero de Banca, contable de empresa y lo mas notable, volvió por arte de magia a su mas tierna infancia escolar: Cada tres meses tenía que aprender a contar haciendo “PALOTES“. ( dícese de los pequeños trazos verticales que usaban los niños pequeños para contar, sumar o totalizar cantidades y para adquirir las primeras destrezas de la escritura ). Cada tres meses, tenía que contar todo el movimiento de asuntos de su Juzgado con todo lujo de detalles y variables, según tipo de procedimiento, fase procesal del mismo, tipo de resolución, sexo del justiciable, edad, cuantía económica del procedimiento y un largo etcétera que cansaría al mas paciente. La famosa Estadística Judicial. De nada le sirvió ser Técnico en Derecho Procesal, depositario de la Fe Pública Judicial, ni tener no se cuantos cursos de formación recibidos de la empresa, ya que nada de ello hacía referencia ni le enseñaba a ser contable, auditor de cuentas, buen gestor o lo mas infantil, a contar sin riesgo de cometer errores, miles de palotes al año de los que extraer importantes conclusiones económicas y de planificación de la política judicial de un pais.

Un día, éste buen señor se dijo : Si todos los asuntos que ingresan en el Juzgado son registrados en un ordenador, seguro que es posible hacer un tratamiento estadístico de los mismos y así, aparte de dejar de contar palotes ( las máquinas no se equivocan nunca), los resultados serían obtenidos en cualquier momento “ a tiempo real “ y con absoluta exactitud. ! Seguro que es buena la idea ! exclamó. Se puso manos a la obra y pronto se dio cuenta de que no era posible. Por un lado el programa de gestión que se implantó en su comunidad autónoma, de nombre tan romano como Adriano, no coincidía con las variables estadìsticas que cada trimestre solicitaba el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial, ni tan siquiera tenía validez en otra autonomía, ya que cada una tenía su propio programa de gestión. Quedó descorazonado y no dejaba de preguntarse : ¿ Cómo es posible que en pleno siglo XXI , en la era de los ordenadores, en la sociedad de la información, se encomiende a un profesional preparado para otros menesteres, la confección de una estadística a la que le obliga la Ley Orgánica del Poder Judicial, su Reglamento Orgánico y otras normas legales, que es instrumento fundamental para la adecuada planificación económica del Estado en su conjunto y que ha de servir de parámetro fundamental para medir la productividad de Jueces, Magistrados, Secretarios Judiciales y Fiscales y así corregir disfunciones, mejorar criterios de trabajo, optimizar medios materiales y personales y en definitiva dar una imagen real del ( en la mayoría de los casos ) callado trabajo diario de nuestros juzgados y tribunales.

! Como es posible !. ¿ es tan difícil que el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial se coordine con la Autonomía respectiva para que por quien corresponda se prepare el sistema informático y así pueda obtenerse con sólo pulsar un botón cual es el estado real de un Juzgado en cualquier momento ?. ¿ Por qué los bancos nos facilitan la historia de una cuenta corriente con todas sus variables posibles con sólo pulsar un botón, y se fían de un sistema informático en el que se juegan nuestro patrimonio mobiliario y el suyo ?. ¿ Por qué la Administración Tributaria nos tiene controlados desde el primer hasta el último euro ?. ¿ acaso tienen un montón de “periquitos de los palotes “? .! No creo! se dijo. Ya pasaron los tiempos de los archivadores con batín corto de color gris y de los empleados de manguitos y visera, que bajo la luz de un viejo flexo, llevaban manualmente la contabilidad de reintegros e ingresos, de negociados de cheques comprobados mesa a mesa por el fiel empleado del banco antes hacerlo efectivo, de las copias en papel cebolla con dos y hasta tres pliegos de papel calco. Nuestro “ periquito de los palotes “ habló para sí y alzando la voz como quien prepara un discurso en la intimidad de su casa dijo : !Abramos las puertas a la modernidad de una vez y aprovechemos el magnífico instrumento que es la informática en cualquier empresa pública o privada. No se trata de trabajar menos, sino de trabajar mejor !. Después, despertando de su sueño, se vió con el Libro Registro de Autos definitivos abierto y se dio cuenta que no había señalado el último registro contabilizado. ! Que hartazgo, tendré que contarlos de nuevo!.

Fdo.:; Eduardo Lazúen Alcón (Secretario Judicial )

EDUARDO LAZÚEN ALCÓN
 ACTAJUDICIAL.COM

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