Una visita para la recuperación. Capitulo IV. Confidencias de un Letrado de Justicia
Aprovechando el verano y que ya había recibido la segunda dosis de la vacuna, según su turno de edad y no por su condición de LAJ, pese a haber tenido que hacer alguna entrada y registro durante el Estado de Alarma, Severo fue a visitar a su preparador. Era un Letrado de la Administración de Justicia jubilado, antiguo Secretario de Magistratura de Trabajo, con el que aprovechaba para conversar sobre la actualidad del Cuerpo y pedirle consejo
¡Hombre, Severo! ¡Qué alegría verte!
¿Cómo estás Antonio? Esta vez me alegro especialmente de verte como siempre
Ambos se sentaron, con la debida distancia y mascarilla, y al igual que siempre empezaron a rememorar viejos tiempos: los inicios de Severo en el preparador, sus primeros destinos y ese Juzgado al que Severo se iba a cambiar en el próximo concurso
pero que parecía que nunca llegaba.
También Severo comentaba alguna de las situaciones que le habían sucedido últimamente en el Juzgado o pedía consejo sobre alguna cuestión de carácter jurídico, ya que Antonio, permanecía al día de la actualidad legislativa gracias a un teléfono
móvil desde el que leía todas las mañanas el BOE. Si bien estaba contento con el nuevo sistema y, aunque no lo decía, añoraba recibir los ejemplares en papel en el Juzgado y consultarlos a primera hora antes de comenzar su jornada.
Uno de los temas de conversación fue el futuro Juzgado de nueva creación al que iba a concursar Severo y que las oficinas judiciales, al igual que los tiempos, estaban cambiando. Además de partidos con Nueva Oficina Judicial, proyectos legislativos futuros parecen incidir sobre la organización de la planta judicial, en un contexto marcado por la crisis y la Covid 19.
Mira Severo, los Letrados de Justicia hemos ido asumiendo funciones, conciliamos en el orden social y hemos asumido materias de jurisdicción voluntaria en el orden civil. Si se potenciara la posibilidad de alcanzar acuerdos ante el Letrado Judicial, además ser título ejecutivo se podría reducir la pendencia de asuntos y facilitaría que el dinero que se deposita en concepto de consignación llegue antes a sus destinatarios.
